¿Sabes rematar una costura? En otras palabras, ¿sabes darle un acabado a las costuras para que no se suelte y quede bonito?
Hasta ahora no te he enseñado cómo hacerlo, pero ya es hora. Yo uso dos maneras diferentes de rematar una costura, según qué prenda o qué parte estoy cosiendo, uso una u otra. Es decir, es diferente rematar un bajo que rematar una bragueta. Entonces… ¿cuáles son estas dos formas de rematar una costura?
Rematar una costura (I): El atacado
Se trata de dar tres puntadas hacia delante, tres hacia atrás y empezar a coser. Y al terminar de coser, dar otras tres puntadas hacia atrás y tres hacia delante. Al atacar, lo que haces es reforzar el principio y el final de la costura, haciendo que haya varias puntadas en el mismo sitio y gracias a ello sea mucho más difícil que ésta se suelte.
Rematar una costura (II): El nudo
Se trata de hacer una costura sin preocuparte de que la primera y última puntada se suelten y cortar el hilo dejando lo suficiente para hacer un nudo.
Pasa con la aguja de mano los hilos que están en el derecho de la tela al revés, para poder hacer un nudo en el lado que no se va a ver. Yo suelo hacer dos o tres nudos, para que quede más fuerte y no se suelte con facilidad. Al final cortas el hilo restante.
El atacado es más fácil (a mí personalmente me gusta más) y el nudo es un poco más de trabajo. Pero hay veces que el atacado no quedará nada bien y en estos casos utilizo el nudo. Sobre todo cuando voy a arreglar algo y tengo que empezar a coser a la mitad de una costura ya hecha. El nudo disimula más y queda mejor en estos casos.